Hablan siempre de Galicia como la tierra de la naturaleza y la lluvia. Es cierto, precisamente gracias a esa fina capa de agua que suele caer por estos parajes, el verde de sus campos es tan exhuberante. Pero Galicia es mucho más que su verde y sus rías, mucho más que su gastronomía de pescados y mariscos, y mucho más, cómo no, que sus historias y leyendas.

Galicia es tierra también de lugares históricos, rincones que aúnan un patrimonio monumental de enorme belleza. Hace unos días tuve la oportunidad de perderme en Monforte de Lemos, ciudad en la provincia de Lugo, pero más cerca de Orense que de la capital lucense. Compré mis billetes de RENFE y me acerqué a conocer el que me decían que era uno de los centros históricos más interesantes de Galicia.

Monforte de Lemos es una de esas ciudades en las que poder apreciar el gris tan característico de la piedra de granito gallega. Hay lugares que merecen una visita más que imprescindible, como el Colegio de Nosa Señora da Antiga, construido a finales del siglo XVI, y que se conoce con el apelativo del Escorial gallego. Su interior alberga una interesante pinacoteca, con dos cuadros de El Greco.