Cuando alguien dice Ronda, casi todos nos imaginamos la silueta del Puente Nuevo, el enorme tajo que divide la ciudad en dos partes. Con sus 98 metros de altura, este puente tardó en construirse unos cuarenta años. Pero, no sólo nos tenemos que quedar con las vistas que se tienen desde él, sino que os recomiendo visitar también el interior, un centro de interpretación para conocer su historia.
Desde el siglo XVIII es tal vez uno de los miradores más famosos de España. Ronda es una magnífica excursión que podéis hacer desde Málaga. Si reserváis vuestros vuelos a la ciudad malagueña, a unos cien kilómetros al oeste se halla la ciudad rondeña.
Este Puente Nuevo, también conocido como Tajo de Ronda, está dividido en tres partes. La de abajo, un arco de medio punto sobre el río Guadalevín, la zona del medio, la más grande de todas, y la parte de arriba, donde se halla el centro de interpretación y que, antiguamente, era una prisión.