Es curioso comprobar cómo lo que creías desde siempre un lugar de invierno puede resultar un magnífico destino turístico para cualquier época del año. Es lo que me ocurrió hace unos meses con Biescas, villa situada a unos sesenta kilómetros al norte de Huesca, muy cerca de la frontera francesa.
Siempre nos suena Biescas para unas vacaciones de invierno, sobre todo por encontrarse en pleno corazón del Pirineo aragonés. Hasta aquí llega mucha gente para hacer esquí en Panticosa, una de las mejores estaciones de esquí del Pirineo. Sin embargo, Biescas no sólo es un destino turístico de invierno.
Biescas es la puerta de entrada del Valle de Tena, uno de los valles más bonitos del norte de España, y que tenéis que disfrutar en primavera, verano u otoño. Un valle que alberga algunas de las mejores iglesias románicas que hay en España. En invierno las cumbres nevadas de este valle le dan también un aspecto magnífico.