Galicia es una tierra llena de magia, encanto y leyendas. Recorrerla es descubrir cómo se funde el verde de la naturaleza y el azul del Atlántico. Dicen que llueve mucho en Galicia, pero en cambio se agradece, ya que es una más de las causantes de que tengamos un paraíso en forma de paisajes que es Galicia.
A mí particularmente me encanta reservar mis vuelos de bajo coste a La Coruña y perderme en sus alrededores. A pocos kilómetros al sur de la ciudad coruñesa tenéis el monasterio medieval benedictino de Santa María de Cambre, que data del siglo XII, y algo más allá, cerca del Pazo de Meirás, en la carretera de Sada, podéis ver el Centro Cultural de O Castro.
Pero en Coruña hay que dirigirse hacia la carretera que enfila la Costa da Morte, una línea de unos 170 kilómetros en la que se encuentran muchos pueblos pintorescos dedicados al mar y la pesca. El primero que nos sale al paso es Malpica de Bergantiños, desde donde veremos, frente al Cabo de San Adrián, las Islas Sisargas.