Un día de paseo en Córdoba

Cordoba

Esta época en la que estamos ahora, otoño e invierno, es la mejor para visitar Córdoba. Sí, porque en verano, por ejemplo, las temperaturas llegan en ocasiones a sobrepasar los 40 grados, y resulta imposible disfrutar una ciudad con tanto encanto. Además, el ambiente será más relajado, menos turistas en las calles y en los museos, los edificios, los bares, etc…

Córdoba era la capital cultural, política e intelectual del imperio islámico en España. Calles, patios y plazas así lo atestiguan. Todo este sueño atrapado en el tiempo lo podéis vivir en el barrio de la judería, el barrio judío original, corazón del centro histórico de la ciudad. Este laberinto de callejuelas serpenteantes tiene un aire casi triste cuando está vacío por la noche. Durante el día, sin embargo, sus tiendas y bares son un bullicio constante.

Nada más levantarnos, tenemos que dirigir nuestras miradas hacia la Mezquita de Córdoba, la tercera más grande del mundo. Se tardó hasta dos siglos en construirse, y toda ella domina la Judería. Se trata de una hazaña monumental de la arquitectura, que alberga incluso una catedral renacentista entre sus muros. El contraste de estilos bajo un mismo techo resulta sorprendente.

Comer paella en Valencia

Paella

Me imagino que todos vosotros sabéis lo que es una paella, ¿no?. Sí, sí, un plato de arroz que se suele servir con marisco, gambas, etc… Pues bien, ¿sabíais que en realidad la paella, originalmente, era un plato de arroz que se cocinaba con conejos y caracoles?. Pues sí, parece raro, pero cuando vas a Valencia te enteras de estas cosas. Sobre todo en el pueblo de el Palmar, el corazón mismo del arroz.

Para los turistas que queráis pediros un plato de paella en Valencia hay una serie de reglas que debéis cumplir. La primera se refiere al tipo de arroz, que debe ser mediano o de grano corto. En el Palmar no tienen problema con esto, porque allí tienen el mejor arroz que puedas encontrar. Allí no os tenéis que preocupar de nada más. Os sirven, y ya estáis más que contentos.

La Aldea está muy cerca, mejor dicho al lado, de la Albufera, unas lagunas silenciosas que fueron utilizadas como campos de arroz ya por los musulmanes en el siglo VIII. Su sistema ingenioso de canales y puentes todavía está en uso hoy en día.