Hoteles de lujo en Tenerife

Hotel Mediterranean Palace

A Tenerife se la conoce como la isla de la Eterna Primavera. El sol nunca duerme, podríamos decir que en todas las Canarias. Tenerife es la isla más grande, y cuenta con excelentes hoteles para aquellos que queráis viajar hasta allí. Los mejores alojamientos en Tenerife se hallan en la zona de los Cristianos y la Playa de las Américas.

Muchos de los turistas que llegan a Tenerife buscan algún hotel de lujo en la ciudad. Si es así, debéis viajar hasta el suroeste de la isla, para encontrar hermosos lugares como los Cristianos o Playa de las Américas. Los hoteles de estas dos zonas se erigen como centro de visitantes para los turistas, incluso en los fríos meses de invierno, cuando buscamos el sol de las Canarias.

En los Cristianos tenemos el Gran Hotel Arona, de cuatro estrellas, que ofrece excelentes vistas al puerto y al antiguo pueblo de pescadores. Este lujoso hotel tiene 391 habitaciones, con tres piscinas grandes frente al mar. También encontraréis en este hotel exóticos tratamientos de spa y múltiples ofertas de ocio y entretenimiento.

Las Cuevas de Altamira en Santillana del Mar

Cuevas de Altamira

Las fabulosas Cuevas de Altamira se hallan en la localidad de Santillana del Mar, treinta kilómetros al oeste de Santander. Como suele pasar a menudo, fueron descubiertas por casualidad. En 1868, Modesto Cubillas, un cazador de la zona se tropezó con ellas, pero no fueron exploradas hasta 1875, por un noble de Santander llamado Marcelino Sanz de Santuola. De todas formas, fue su hija, María de Santuola, quien descubrió las maravillosas pinturas en 1879.

Sin embargo, eran de una calidad tan sorprendente, y estaban tan bien conservadas, que los especialistas dudaron de su autenticidad. No fue sino hasta comienzos del siglo XX cuando finalmente fueron aceptadas como auténticas, al encontrarse restos de la edad de piedra en la zona. Las pinturas de las Cuevas de Altamira son la prueba más excepcional de la cultura magdaleniense en el sur de Europa.

Las pinturas, en su mayoría, representan bisontes, pero además hay dos jabalíes, algunos caballos, una cierva, figuras de seres humanos con cabezas de animales, junto con huellas de las manos y otros contornos. Sólo aparecen los colores negro, rojo y ocre. Es impresionante ver cómo los artistas de la época han reproducido minuciosamente las características físicas de cada animal.